En un inicio, toda nuestra labor se limitó a repartir bolsas de supervivencia para las familias del pueblo.
Así, nosotros mismos comprábamos los alimentos y bienes básicos, y realizábamos bolsas de supervivencia para cada familia. Esta labor todavía la hacemos en cada visita que realizamos al pueblo
Cada bolsa consta de un kilo de arroz, cereales, aceite, jabón, pasta de dientes, harina, azúcar, artículos de limpieza, lentejas u otras legumbres, y los bienes que en cada momento, bien por sugerencia local, bien por iniciativa propia, hemos considerado más convenientes.
Una vez realizadas las bolsas, con la ayuda de todo el pueblo, procedemos a repartirlas mediante un censo previo.
Estas bolsas, si bien al principio no sentimos que fuesen de excesiva utilidad, por su menguada carga, con el tiempo hemos podido observar de su importancia y seguimos entregándolas en casa desplazamiento que hacemos a la zona.
En todos nuestros viajes realizamos suministros puntuales de alimentos, artículos de primera necesidad, ropa, artículos de higiene, y lana para tejer.